Su vida sería triste sin el niño.
Estos cónyuges siempre han querido tener hijos propios, pero se enfrentaron a la desgarradora realidad de que la mujer no podía concebir. A pesar de sus esfuerzos por superar este obstáculo, sus esperanzas quedaron incumplidas. Resueltos en su deseo de convertirse en padres, tomaron una decisión que les cambió la vida: adoptar un niño.
Ansiosos por encontrar un recién nacido al que colmar de amor, su búsqueda los llevó a África, donde descubrieron la difícil situación de los niños huérfanos en el Congo. Decididos a brindarle una vida mejor a una de estas preciosas almas, la pareja se embarcó en un viaje para adoptar a un niño pequeño llamado Matías.
Sin embargo, su camino estuvo lejos de ser fácil. Se encontraron con numerosos desafíos al navegar por las costumbres y regulaciones desconocidas del Congo. El proceso de adopción resultó ser largo, abarcando más de dos años de papeleo y perseverancia. Además, tuvieron que soportar el peso de una tarifa de adopción sustancial, que ascendió a $ 35,000.
Finalmente, después de soportar innumerables obstáculos, la pareja abrazó a Matías como si fuera suyo. Sin embargo, surgieron nuevos obstáculos cuando enfrentaron la barrera del idioma para comunicarse con su hijo. Además, su familia y amigos lucharon por entender y aceptar su decisión de adoptar a un niño de una tierra lejana.
Para proteger a Matías de las presiones sociales y garantizar su bienestar, los padres adoptivos tomaron una decisión valiente: se mudaron a los Estados Unidos. Matías tenía solo tres años en ese momento y su familia comenzó un nuevo capítulo en una tierra extranjera.
Ahora, después de 15 años de construir una vida juntos, los padres reflexionan sobre la profunda felicidad que les ha traído su hijo. Matías, que ahora tiene 18 años, prospera académicamente mientras continúa con sus estudios universitarios.
Aunque Matías es consciente de su historia única, sus padres siempre lo han apreciado como si fuera suyo, creyendo que sus vidas estarían incompletas sin él. Como testimonio de sus raíces y un deseo de conectarse con su lugar de nacimiento, Matias decidió embarcarse en un viaje de regreso al Congo.
Esta amorosa familia, unida por los lazos de la adopción, continúa atesorando el increíble don que encontraron el uno en el otro. Su historia es un testimonio del poder del amor, la resiliencia y el profundo impacto de abrazar a un niño necesitado.