“Dedicada a la conservación de la naturaleza”: niña se subió a un árbol gigante y no se bajó en dos años

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El 10 de diciembre, Julia, de 23 años, se subió a un árbol de 55 metros de altura. Una multitud se reunió alrededor y los escépticos predijeron que bajaría al día siguiente.

Se equivocaron: Julia Hill pasó los dos años siguientes encima del árbol. La multitud que rodeaba el árbol consistía principalmente en madereros enojados.

La valiente joven subió al enorme árbol en protesta junto a activistas ambientales conocidos como “los verdes”. Se manifestaban contra la tala de bosques singulares.

Mientras el equipo, equipado con excavadoras y hachas, avanzaba hacia el imponente árbol gigantesco, Julia se vio incapaz de ser testigo de un espectáculo tan destructivo. El árbol había estado en pie con orgullo durante más de cinco siglos, alcanzando una impresionante altura de 60 metros, y su inminente destrucción pesaba mucho en su corazón.

Antes de que nadie pudiera reaccionar, Julia había subido casi a la copa del árbol gigante.

A lo largo de la noche, recibió ayuda de personas de ideas afines, quienes la ayudaron a construir una cabaña real a una altura de 50 metros.

Las robustas ramas del árbol gigantesco podrían sostener una casa entera. Julia se mantuvo en contacto con el mundo exterior a través de su grupo, y ellos le proporcionaron alimentos y artículos de primera necesidad. Sin embargo, la niña tuvo que soportar numerosos desafíos, incluidas tormentas, inviernos fríos, lluvia e intentos de sacarla del árbol. Poco a poco, la noticia del joven rebelde se extendió por todo el país.

Iniciar sesión en esa área se volvió imposible, e incluso el presidente llamó la atención sobre la situación.

Después de esfuerzos incansables y una defensa decidida, Julia logró persuadir a la gerencia de la empresa maderera para que hiciera concesiones significativas. No solo salvó con éxito el colosal árbol mamut que había estado en pie durante más de 500 años y alcanzó una altura de 60 metros, sino que también aseguró la preservación de una parcela completa de bosque reliquia con un diámetro de 100 metros.

Su compromiso con esta causa fue inquebrantable y dedicó más de dos años de su vida a proteger estas maravillas naturales. A través de su perseverancia y su negativa a rendirse, Julia Hill demostró el poder de defender lo que creía y la importancia de preservar nuestro preciado patrimonio natural.

Hoy en día, realiza hasta 250 espectáculos por año en todo el mundo y sigue dedicada de todo corazón a la conservación de la naturaleza.

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