«Exclusivo: Charlie Sheen Comparte Perspectivas Sobre la Paternidad Soltera con Gemelos Adolescentes»

La vida de Charlie Sheen es muy diferente ahora en comparación con 2013. En ese entonces, él y su ex esposa Brooke Mueller no podían cuidar a sus gemelos de 4 años, Max y Bob. Así que se quedaron temporalmente con la ex esposa de Charlie, Denise Richards.

Pero las cosas han cambiado. Charlie, que ahora tiene 58 años y lleva seis años sobrio, tiene la custodia a tiempo completo de los niños. Pasa la mayor parte de sus días cuidándolos.

«He estado criando principalmente a mis hijos de 14 años», dice. «Su mamá tiene algunas cosas que resolver, así que no está cerca mucho en este momento».

Los niños están bien. «Son geniales, inteligentes y divertidos», agrega Charlie.

Sin embargo, al igual que muchos padres, enfrenta un problema común: sus adolescentes están adictos a las pantallas.

«Sabes, el tiempo que pasan en sus dispositivos…», dice riendo. «Pero, por otro lado, me da un pequeño descanso de llevarlos por toda la ciudad. Aún así, las pantallas les quitan otras oportunidades para aprender y explorar».

A pesar del tiempo frente a las pantallas, Charlie está orgulloso de sus hijos. Bob ganó un concurso de películas de terror a los 8 años y Max toca la guitarra. «Están interesados en cosas geniales, no solo en Fortnite».

Charlie menciona que ser un actor famoso no impresiona a sus hijos. «No importa cuán importante sea mi trabajo o responsabilidad, a los niños no les importa», dice. «El otro día, estaba en el dentista y Max me pidió una tarjeta de regalo para un juego. Es como, ¿cuándo he tenido alguna vez una tarjeta de regalo? No me interesa para nada los videojuegos; solo estoy tratando de supervisar su tiempo frente a la pantalla».

Charlie está orgulloso de todos sus hijos, incluyendo a las hijas Sami y Lola y a Cassandra Jade Estevez, que tiene 38 años. Agradece que su familia, incluyendo a su padre Martin Sheen y su hermano Emilio Estevez, nunca lo abandonó durante sus peores momentos con la adicción.

«Las únicas veces que estuvimos distantes fueron por mi culpa», dice. «A veces, la vergüenza te mantiene alejado de quienes más se preocupan por ti. Pero nunca me cerraron la puerta. Siempre fue: ‘Estamos aquí cuando nos necesites'».

Like this post? Please share to your friends: