Muchas personas están optando por vivir lejos de la vida bulliciosa y ruidosa de la ciudad debido a su negatividad y caos. En lugar de hogares tradicionales, algunos optan por furgonetas camper o casas móviles para un estilo de vida más tranquilo.
Según Condor Ferries, alrededor de 1 millón de estadounidenses viven en vehículos recreativos a tiempo completo, y el 72% de los propietarios de RV hicieron más viajes durante la pandemia de COVID-19.
Vanessa es una de esas personas que encontró paz en su pequeña casa. Su cocina es un testimonio de su estilo único y creatividad. Una pieza de arte abstracto oculta hábilmente un refrigerador de tamaño completo, un lujo raro en un remolque de campista.
La cocina de Vanessa cuenta con una estufa renovada con pintura de epoxy para electrodomésticos y un fregadero doble con un moderno grifo dorado y negro.
Su toque personal es evidente en cada rincón de su pequeño hogar. El área de comedor es encantadora con papel decorativo de contacto, y el arte abstracto hecho a mano adorna las paredes.
En el área de estar, Vanessa reutilizó materiales para crear un espacio cómodo y elegante sin exceder el presupuesto. Un sencillo sofá cama se transforma con soluciones creativas de tela.
Vivir en su hogar funcional cuesta una fracción de $3,000 al año. Vanessa adquirió su remolque, llamado «Bendiciones», por solo $2,500.
El dormitorio, que sirve como extensión de la sala de estar, muestra las ideas de almacenamiento inteligentes de Vanessa con cestas y compartimentos ingeniosos.
La creatividad de Vanessa se extiende al arte, convirtiendo un simple espejo en una pieza cautivadora de arte abstracto.
Ella tiene planes de renovar el baño, agregando más encanto a su acogedor refugio.
El inspirador viaje de Vanessa desde una infancia desafiante en Houston, Texas, hasta su estado actual de serenidad a través de la vida en furgoneta es un recordatorio de que a pesar de los desafíos de la vida, hay un camino hacia la paz y la felicidad.